martes, 31 de enero de 2012

La habitación descongelada


Hacía frío en las habitaciones abandonadas. Se acumulaban los rincones tristes... llenos de polvo y soledad. 

Los edificios se habían vuelto económicamente inhabitables... mientras las calles eran improvisados hoteles para un inhumano tanto por ciento de la ciudad. 

Las hipotecas, contratos temporales sin derecho a renovación, habían diezmado la población de zombies solventes y la pobreza se reagrupaba para darse calor en los llamados guetos malolientes.

Los que cuentan, el escaso número de privilegiados... rehuían los espacios comunes. Temerosos de las mismas desgracias invertían todo su capital en templos elitistas donde operaban sus ojos para dejarlos ciegos e insensibles.

Todos los que no habían tenido que caer... los que siempre habían vivido la miseria y los restos del capital abrazaban a los recién llegados... les enseñaban. 

Un nuevo sindicalismo... ajeno al trabajo... cercano al ser humano, empezó a hacer mella entre los que más necesitaban. 

Cuando por fin decidieron ser tan fuertes como siempre lo habían sido quemaron las estrellas que les cobijaban... no querían tener donde regresar... necesitaban huir hacía delante.

A su paso las habitaciones se iban descongelando y el fuego iluminaba a los invidentes. Empezaron a repartirse el mundo... a vivir del esfuerzo... y no de la especulación de unos pocos.

3 comentarios:

  1. Karajo nenaaaaa, un poko kruda y muy metafórika la visión de la sociedad aktual, pero tal kual. K askooo de mundo!!!!!!!

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  2. Vaya dos patas pa una mesa jajajajja

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  3. Las mejores patas que encontrarás... para una mesa :P

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