- Viva nuestro presidente- gritó el obrero anarquista y a su izquierda lo miraron como si se hubiese vuelto loco.
- Has perdido la cabeza- parecían
gritarle con la mirada turbia- ¿Cómo puedes jalear a la ultraderecha más
reaccionaria?. Ha desmantelado los logros conseguidos por miles de
compañeros caídos a lo largo de la historia... nos trata poco más que como
a mierda, apoyándose en el amiguismo y la corrupción ...¿Cómo se te ocurre
decir algo así?
- Viva nuestro presidente- volvió a
repetir ebrio de atención- viva el y todos los suyos que... desde sus
filas...han hecho más por la revolución que cualquier revolucionario. Nos
lo han quitado todo para que no sintamos ese miedo a poder perder algo... No existía una paz social, era una apariencia. Nos habían dicho que
habíamos conseguido mucho para que no siguiésemos pidiendo y, ahora, nos
demuestran que no teníamos nada... somos pobres sin derecho a decidir a
menos que nos levantemos juntos, haciendo de nuestra pequeñez grandeza.-
Paró para tomar aire y lo lanzó con mucha mas fuerza- Viva nuestro
presidente que azuza la revuelta que lo hará caer y mucha mierda a los
míos por seguir sentados... criticando sin formar realidades. Nos da
ostias para ver si despertamos y nosotros ignoramos.
- Viva nuestro presidente- le
acompañaron, tímidamente avergonzados, los demás para luego salir
crecidos a las calles, gritando- Que les recorten la cabeza. Fóllanos
presidente... haznos salir de nuestro letargo. Invitanos a la violencia... desobedece tus leyes de no provocar rebeliones. Mmm, sigue, vamos,….no
pares...estamos calentitos.
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